El equipo dirigido por Benjamín Gil se clasificó a cuartos de final como líder del Grupo C
Cuando México perdió en extra innings en su debut en el clásico mundial de beisbol contra Colombia por marcador de 5-4, parecía que las grandes ilusiones que el plantel lleno de jugadores de ligas mayores había generado en la afición se habían ido a la basura y se repetirían los fiascos de la novena tricolor en las pasadas ediciones de 2013 y 2017, donde se quedaron sin poder avanzar de la primera ronda de grupos.

Sin embargo, tras ese doloroso revés, han llegado tres eléctricos triunfos consecutivos del conjunto dirigido por el Mánager Benjamín Gil, empezando por el escandaloso dominio sobre el favorito Estados Unidos por marcador de 11-5, seguido por el sufrido éxito sobre Gran Bretaña por pizarra de 2-1 y terminando con la fiesta completa en el Chase Field al derrotar 10-3 a Canadá.
México no es el favorito para ganar el torneo, eso queda claro, ni siquiera es el equipo que se espera salga victorioso del enfrentamiento de cuartos de final ante el conjunto de ensueño que tiene Puerto Rico.
Al momento de escribir esta nota, el rival del ganador de México y Puerto Rico sería el ganador entre Japón e Italia (que se miden en la madrugada de la Ciudad de México en Tokio). Se puede soñar porque si avanzaran los asiáticos, lo harían tras usar a Shohei Ohtani, por lo que su mejor pitcher no estaría disponible.
A partir de ahí, la final tiene muchas opciones, pero el sueño estaría al alcance, no es lo más probable, pero ser campeón mundial de béisbol en un posibilidad real para México, se vale ilusionarse.