Entre 2020 y 2023, en México 36.5 por ciento de niñas y niños presentaron sobrepeso u obesidad, mientras que en los adolescentes la cifra aumentó a 40.4 por ciento.
De acuerdo con el informe “Alimentando el negocio: Cómo los entornos alimentarios ponen en peligro el bienestar de la infancia” del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), las bebidas azucaradas y los productos ultraprocesados representan el 40 por ciento de las calorías diarias ingeridas por niñas y niños.
Con ello, la problemática se ha convertido en la forma más predominante de mala nutrición, superando al bajo peso. De acuerdo con el informe, el bajo peso entre la población de 5 a 19 años ha reducido desde el año 2000 y ha pasado del 13 al 9.2 por ciento, mientras que la prevalencia de obesidad aumentó de 3 a 9.4 por ciento.
Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF, alertó que “la obesidad es un problema cada vez más alarmante que puede tener consecuencias negativas para la salud y el desarrollo de la infancia”.
“Los productos ultraprocesados están desplazando cada vez más el consumo de fruta, verdura y proteínas, eso afecta la nutrición de las infancias la cual es esencial para el crecimiento, el desarrollo cognitivo y la salud mental de niños y niñas”, destacó.
La obesidad es una forma grave de sobrepeso que aumenta el riesgo de desarrollar problemas en la salud como la resistencia a la insulina, hipertensión arterial, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Recomendaciones a los gobiernos
Con el objetivo de combatir la obesidad y el sobrepeso infantil, la UNICEF emitió las siguientes sugerencias:
Implementar políticas integrales y de cumplimiento obligatorio que permitan mejorar los entornos alimentarios de la niñez y que abarquen el etiquetado de los alimentos, restricciones a la comercialización de determinados productos, o impuestos y subvenciones aplicables a los alimentos
Desarrollar iniciativas que promuevan cambios sociales y de comportamiento y empoderen a las familias y comunidades a fin de que reclamen entornos alimentarios más saludables
Prohibir el suministro o la venta de productos ultraprocesados e impedir la publicidad y el patrocinio de alimentos nocivos en las escuelas
Reforzar los programas de protección social para eliminar la pobreza económica y mejorar el acceso de las familias en condiciones vulnerables a una alimentación nutritiva