Sus frecuentes y espectaculares erupciones convierten al Volcán de Fuego de Guatemala, de 4000 metros de altura, en uno de los volcanes más activos del mundo y los visitantes más intrépidos que busquen un encuentro cercano con esta maravilla piroclástica pueden hacerlo desde la cima del vecino volcán de Acatenango, aunque siempre atentos a los informes de fuentes oficiales para estar al tanto de la actividad eruptiva de esta estructura geológica y de posibles restricciones al acceso de turistas.

El volcán de Acatenango (con 3976 metros de altura, el tercero más alto de Guatemala), ofrece una perspectiva incomparable en el marco de una excursión exigente.

La extenuante caminata parte desde las exuberantes plantaciones de café en la base de la montaña hasta los bosques nubosos de la ladera, pasando por un terreno que parece de otro mundo cerca de la cima. Esto es lo que hay que saber sobre esta impresionante aventura.

El primer paso antes de ver al Volcán de Fuego en erupción: acostúmbrate al clima

Antes de emprender el viaje para presenciar las erupciones del Volcán de Fuego, es aconsejable aclimatarse a la altitud en la ciudad de Antigua Guatemala. A poco más de una hora al oeste de la capital del país y a la sombra de los volcanes de Agua, Acatenango y Fuego, la encantadora ciudad colonial de Antigua cuenta con calles empedradas, animados mercados y pintorescas plazas.

Mientras se explora este lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, los visitantes pueden degustar los sabores locales en el Café Condesa; o quizá disfrutar de una barbacoa tradicional y música en directo en el Restaurante Las Antorchas y finalmente conectarse con la tranquilidad de la iglesia barroca de La Merced, construida en 1767.

Los alojamientos van desde la cómoda Posada del Ángel hasta la lujosa Casa Santo Domingo, situada en un antiguo convento de finales del siglo XVII.

Volcán de fuego: conoce los detalles de cada tipo de excursión y prepárate para ellas

Las excursiones suelen empezar en el pueblo de La Soledad, donde comienza el camino a Acatenango. A partir de allí, los escaladores se enfrentan a un ascenso desafiante pero gratificante a la vez, pasando por diferentes ecosistemas, desde tierras de cultivo hasta bosques de coníferas.

La caminata hasta la cima del volcán puede durar entre 5 y 6 horas, dependiendo del ritmo y las condiciones meteorológicas. Existe la opción de ir a caballo durante el tramo inicial del viaje, ya que el tramo final hasta la cima debe hacerse a pie.

En el cráter del Acatenango, entre las nubes y por encima de las copas de los árboles, se despliega toda la potencia explosiva de Fuego. Muchos optan por una expedición de dos días para poder dormir en la cima y disfrutar de las espectaculares vistas y sonidos de la lava incandescente y el material piroclástico bajo el cielo estrellado de la noche.

Es necesario prepararse para una gran amplitud térmica debido a la altitud, con temperaturas diurnas superiores a los  20 °C y bajo cero por la noche. Mientras que la excursión de dos días permite un viaje más pausado, la excursión de un día a Acatenango incluye el ascenso y el descenso en una sola jornada y por ende, es más agotadora.

Ofrecida por Casa Santo Domingo y empresas como Antigua Tours y OX Expeditions, la excursión de un día comienza temprano, a las 5 de la mañana, para garantizar el regreso al atardecer, y suele durar entre 10 y 12 horas, incluido el transporte de ida y vuelta a Antigua.

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